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Geología
Conocemos la historia de la humanidad por el estudio de las rocas.
Como producto de la emanación lumínica, las narrativas fotográficas han estado asociadas al misterio y lo maravilloso de la existencia y del mundo. Su historia parece surgir, en ocasiones, de las entrañas de una cueva o por delirios de los alquimistas. Así, los antecedentes históricos de la cámara oscura y sus materiales fotosensibles se muestran teñidos por el velo de lo enigmático.
Los procesos fotográficos antiguos se vieron influidos por la alquimia y las ideas basadas en la transmutación de la materia para la obtención de imágenes. En la actualidad estas materias primas continúan presentes en las indagaciones fotográficas desde el plano de lo conceptual. De esta forma, rocas y minerales protagonizan el discurso de proyectos artísticos que cuestionan la relación entre economía y territorio a partir de lo macro, mientras que otros indagan microscópicamente en una exploración visual propia a la materia. Como ejemplo, podemos recordar las fotografías de naturalezas muertas donde el artista Jimmie Durham ironiza la relación entre lo que consideremos o no como civilizado. A través del absurdo, nos hacer ver también cómo lo aparentemente sofisticado de un contexto considerado moderno, puede ser fragmentado por algo tan primigenio como una roca.