el futuro como destino que no llega.

El futuro, o la idea de futuro, es una serie de (re)imaginaciones de realidades, que en su concepción posterior tienen el potencial de afectar a las realidades de las que deriva. El arte, en su relación tangencial con la realidad, lo sitúa como tema (frecuentemente) cerca pero con operaciones diferentes desde la ficción. Pensar el futuro nos permite innumerables oportunidades para inventar nuevos mundos, convocar ideas y ensamblar realidades.

¿Podríamos comprender mejor ambas cosas a través de la lente de la otra?

Este número propone examinar al futuro a través de diferentes perspectivas: su potencial radical, sus fracasos, su engendramiento y su disolución. La historia es un cementerio lleno de tumbas de futuros no realizados. Tiene el camino monumental centralizado que convenientemente tiene sentido mientras conduce hacia las corrientes socio-políticas, que se presenta como el resultado lógico de los procesos históricos. Biografías de Churchill, Hitler, Napoleón, etc. que se reeditan cada año, solidificando el «camino principal» de ese espectacular cementerio. El metamensaje reafirmado es: no podía haber otro resultado y nuestro destino está sellado. Estamos en una especie de búnker de un presente eterno en el que el único futuro posible parece ser caminar por este callejón monumental de figurantes demasiado célebres (en su mayoría hombres y blancos) que se justifican mutuamente.

Necesitamos escapar de ello.

Este número se centra en revivir los futuros alternativos del pasado identificando, cartografiando, representando colectivamente su potencialidad: la razón de la nostalgia y la pertinencia, que a menudo no puede elaborarse fácilmente con palabras. Desde relatos, portafolios, ensayos y comisiones, se invita a lxs autorxs a compartir esas pistas del futuro no realizado que podría haber ocurrido… que aún puede ocurrir.

La elección de este futuro no realizado puede estar motivada por razones políticas, históricas, personales o por cualquier otra cualidad subjetiva. Convirtiendo estas narrativas posibles en catalizadores o dispositivos de encendido, en este número se crea un teatro político de alternativas como escape del búnker del presente eterno al crear lagunas en los sistemas que constituyen nuestras condiciones dadas y proyectarnos en ese(os) futuro(s) que fueron (¿y siguen siendo?) una posibilidad.

Doreen A. Ríos
(Toluca, 1992)
Editora invitada